sábado, 20 de diciembre de 2014

ESTILO DE VIDA Y SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

Como en se comentó en el blog anterior, hay otras acciones que se pueden realizar, a parte de los 
tratamientos farmacológicos, que van a mejorar los síntomas del síndrome de piernas inquietas (SPI). Hay estilos de vida que van a mejorar la salud y sobre todo que van a aumentar la calidad de vida. Estas acciones son sencillas y no van a producir los potenciales defectos secundarios de los fármacos.
Como ya se comentó una ducha o baño caliente antes de acostarse puede ayudar al SPI que aparece cuando la persona se acuesta por la noche.
Todas las actividades que aumentan los niveles de dopamina en el cerebro va a ser beneficiosas. Un ejercicio físico diario y mantener relaciones sexuales van a mejorar la aparición de los síntomas del SPI. Durante el orgasmo se produce una gran liberación de dopamina y opioides en el cerebro, que es lo que hacen los tratamientos que se aplican. Hay estudios que demuestran esta mejoría. 
Aparte de los masajes en las pantorrillas, la aplicación de paños calientes y fríos, alternativamente, antes de irse a la cama, va a disminuir la intensidad de los síntomas. 
En el lugar de trabajo se debería de mejorar la ergonomía. Sentarse en una silla alta en la que cuelguen las pierna y las pueda mover sin problemas, va a mejorar los síntomas que aparecen durante periodos en las que no se pueda levantar de la silla. También es conveniente un asiento alto durante los viajes de avión. 
Practicar ejercicios de relajación antes de irse a la cama. Respirar profundamente durante un minuto. Después tensar los músculos de los pies y mantenerla durante 10 segundos y después relajarlos. Después tensar los músculos de las pantorrillas, mantenerlos tensos durante 10 segundos y relajarlos. Hacer lo mismo con los muslos, y ascender a los del abdomen, los del cuello y después a los de la cara. Cuando termine su cuerpo estará totalmente relajado. 
Durante el descanso en la cama colocarse de lado y desplazar lentamente la pierna que está encima, de delante hacia atrás, lentamente, durante unos minutos y después cambiar de lado y mover la otra pierna. 
También es importante hacer una dieta sana. Se aconseja la toma de alimentos ricos en hierro. Algunos paciente s dicen mejorar con la toma de suplementos de magnesio, pero su uso indebido puede producir diarrea y solo debería ser pautado pos su médico. 
Es muy importante mantener una adecuada hidratación. Beba abundantes líquidos. No beber suficiente agua puede producir una deshidratación en la que la persona solo sufra calambres y en los pacientes con SPI, una intensificación de sus síntomas. 
Evitar el consumo excesivo de café y alcohol, aunque por navidades la toma de una copa de cava no va a producir ningún daño.
FELIZ NAVIDAD. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS Y GENÉTICA

El SPI es una enfermedad que puede afectar a múltiples miembros de una misma familia. Tiene una herencia autosómica dominante, es decir,  se va a afectar al menos un miembro de cada generación. Al menos un miembro de la familia de la generación de los abuelos, al menos uno de la generación de los padres y al menos uno de la generación de los hijos.
Se han realizado estudios genéticos sobre el SPI y se ha llegado a varias conclusiones. La primera es que en el SPI los factores genético y hereditarios vana a jugar un papel muchísimo más importante que los factores ambientales en los que viva la persona. Otro dato interesante es el descubrimiento de al menos seis genes (partes de un cromosoma) diferentes, que estarían implicados en la génesis de la enfermedad. Esto explicaría las variadas manifestaciones clínicas del SPI y la diferente edad de aparición.
También se ha observado que cerca del 3% de los chicos y chicas en la pubertad van a sufrir el SPI, sin embargo el 10% de los padres de estos chicos también la van a sufrir, sobre todo las madres más que los padres. Por lo tanto, el hijo o hija de una madre con SPI, va a tener más riesgo de sufrir la enfermedad que si es el padre quien la sufre.
Hay pocos estudios de la frecuencia de aparición del SPI entre gemelos. Algunos cálculos aproximados sitúan el riesgo en un 30% de padecer la enfermedad si el hermano gemelo la padece, independientemente del sexo. Si la padece uno de los padres, sobre todo la madre, el riesgo se situaría alrededor del 15%. También se va a sufrir más riesgo de padecer la enfermedad durante el embarazo, si hay un antecedentes familiar de primer grado (padres o hermanos) con SPI.
No hay datos suficientes para asegurar que el SPI en niños y adolescentes esté ligado genéticamente a otros trastornos como el trastorno por déficit de atención-hiperactividad.
El gen más implicado en la herencia del SPI es el denominado BTBD9. este gen está localizado en el cromosoma 6(ver figura) y produce una proteína que mejora la plasticidad neuronal y facilita la comunicación entre las neuronas. Se ha visto que animales en los que se altera dicho gen desde el nacimiento, desarrollan una alteración similar al SPI de los humanos. 
Estos hallazgos son un progreso importante para saber el porqué y el cómo se produce el SPI. Cuando se respondan a estas preguntas, se iniciará el camino a la curación con fármacos o métodos dirigidos a reparar el mal funcionamiento de este gen y de otros genes implicados. 



Cromosoma 6 y lugar donde se encuentra el gen cuyo defecto puede producir el SPI

sábado, 22 de noviembre de 2014

TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

Aunque el tratamiento con fármacos es fundamental para conseguir una mejora en la calidad de vida de los pacientes con SPI, algunos consejos y acciones pueden hacer que se controlen los síntomas cuando estos son leves o que se mejore la efectividad de los fármacos utilizados.
1.- Si puede, retrase la hora de irse a la cama y la de levantarse. Las últimas horas de sueño o las primeras horas de la mañana son las más reparadoras para los pacientes con SPI
2.- Mantenga un horario regular de sueño, se acueste y se levante a las mismas horas y no llegue agotado a la cama. El cansancio estimula al SPI.
3.- Antes de irse a la cama haga ejercicio de estiramiento de las piernas. Flexione una rodilla, estire hacia atrás la otra pierna e inclínese hacia adelante (figura)
Figura de ejercicio 
4.- Evitar el café, la cola, el té y bebidas estimulantes, al menos 6 a 8 horas antes de irse a la cama. En algunas personas el café les puede afectar durante más de 12 horas
5.- Un baño relajante con agua caliente va a mejorar los síntomas nocturnos del SPI
6.- En algunas personas la colocación de paños fríos en los muslos y las piernas antes de irse a la cama, les mejora el SPI.
7.- Realizar ejercicio suave durante el día, pero como hemos dicho antes, evitar el ejercicio físico intenso, sobre todo antes de irse a la cama. Media hora todos los días de caminar, hacer "footing" o nadar, se ha demostrado beneficioso para el SPI.
8.- Mantener la mente activa en ejercicios divertidos como hacer crucigramas, jugar a las cartas o al ajedrez; van a disminuir los síntomas del SPI. 
9.- Cuando comiencen los síntomas, vaya a un lugar aislado y mueva las piernas. Si las mueve al inicio de los síntomas, durante 5 a 10 minutos, se va a evitar que los síntomas se intensifiquen o aparezcan más tarde. 
10.- Antes de irse a la cama libere la tensión. Haga respiraciones profundas y largas y escuche música suave. 
11.- Un masaje en las pantorrillas antes de irse a la calma, va a calmar los síntomas de SPI y puede evitar su aparición en las primeras horas de sueño. 
12. Ciertos ejercicios de yoga pueden mejorar el SPI. Hay videos o podcast que le enseñan algunas posturas básicas que cuando se realizan mejoran la relajación y el SPI. 
13.- Cuando se acueste apague la televisión, el ordenador o cierre el libro. A la cama se va a dormir. 
14.- Evitar el tabaco. Se ha demostrado que la nicotina intensifica los síntomas de SPI.
15.- No beba alcohol antes de irse a la cama. Puede que se duerma antes y más profundamente, pero se despertará antes y con los síntomas de SPI más intensos.
16.- Beba zumos de frutas. La vitamina C mejora la absorción del hierro y esto es bueno para controlar el SPI.
17.- Consulte a su médico si los tratamientos que comienza pudiesen intensificar el SPI.
Con estos consejos hará desaparecer los síntomas leves de SPI y potenciará el tratamiento aplicado para mejorar sus síntomas. 

sábado, 8 de noviembre de 2014

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS EN PACIENTES EN DIÁLISIS
El Síndrome de piernas inquietas (SPI) va a ser una queja muy frecuente en pacientes en diálisis, más de un 25% de estos pacientes lo van a padecer. Además el sufrir de SPI en estos pacientes va a estar relacionado con una mayor probabilidad de sufrir depresión. 
La causa puede ser múltiple. Una son las alteraciones de los iones que se producen durante la diálisis, la anemia que suele ser frecuente en pacientes con insuficiencia renal crónica (IRC), la alteración de los nervios periféricos que se produce en estos enfermos, etc.. 
Como se sabe, el SPI va a producir una importante alteración en la calidad del sueño, hay estudios  clínicos que demuestran que una baja calidad del sueño van a relacionarse con una mayor probabilidad de sufrir daño cardiovascular en pacientes con IRC que van a iniciar la hemodiálisis. Otros han relacionado un adecuado descanso nocturno con una mayor sensación de bienestar y de calidad de vida en estos pacientes. 
Cuando aparecen los SPI en pacientes en diálisis, un ejercicio aeróbico como el "footing", la natación, etc.. puede mejorar los síntomas inicialmente, pero se ha observado que después de unos seis meses se van a necesitar añadir un agonista dopaminérgico.  
En cuanto a los agonistas dopaminérgicos tanto el pramipexol, como en ropinirol, deberían de ser evitados (en sus formulaciones de liberación retardada) en pacientes con IRC. La rotigotina en parches no necesitaría ajuste de dosis en estos pacientes en hemodiálisis ni en diálisis peritoneal.
Sin embargo el propio proceso de diálisis puede disminuir la cantidad del fármaco en la sangre, por lo que se recomienda cambiar el parche cuando se termine la diálisis. 
La dosis de este agonista sería similar a la que se pauta a los otros pacientes con SPI que no estén en hemodiálisis, aunque si no se controlan bien los síntomas puede aumentarse.
Si apareciese la potenciación (augmentation) el primer paso es bajar la dosis del agonista dopaminérgico y añadir gabapentina. En estos pacientes con IRC no es aconsejable tomar más de 300  a 400 mg al día. 
En la mayoría de los pacientes con SPI en diálisis, un ejercicio diario como caminar o nadar, la toma de un agonista dopaminérgico (el recomendable es la rotigotina) y/o la gabapentina si fuese necesario, va a obtener un alto porcentaje de éxitos, con una mejoría significativa de la calidad de vida del paciente. 

domingo, 19 de octubre de 2014

¿TODOS LOS TRATAMIENTOS PRODUCEN DE MANERA SIMILAR EL AUGMENTATION (POTENCIACIÓN)?

Para en tratamiento del síndrome de piernas inquietas (SPI) se han creado unas Guías Clínicas de manejo.
Las guías de tratamiento son documentos en los que se resumen los resultados de los ensayos clínicos con diferentes tratamientos y se propone como realizar el manejo del paciente con SPI y cuales son los tratamientos más efectivos. Ahora bien, cada paciente debe de ser evaluado de manera personal y cada tratamiento deberá de ser individualizado, dependiendo de las circunstancias personales de cada enfermo. Las Guías Clínica son instrumentos útiles para comenzar el tratamiento.
Los neurólogos europeos confeccionaron unas Guías Clínicas para el manejo del SPI y del augmentation (potenciación), en el año 2012.
Se definió como potenciación a corto plazo aquella que aparecía en los seis primeros meses. La de largo plazo la que aparecía en el primer año de tratamiento.
Así la rotigotina (Neupro) se observó eficaz tanto a largo como a corto plazo. Así, solo producía potenciación en el 1,5% en los primeros 6 meses de seguimiento y al año lo sufrió el 2,9%. A los 5 años solo el 4,5% de los tratados con este agonista dopaminérgico desarrolló potenciación.
El pramipexol y ropinirol se mostraron efectivo a corto plazo, pero era dudosa su efectividad a largo plazo. la cabergolina (otro agonista dopaminérgico) no se recomienda para el tratamiento del SPI por sus efectos secundarios (fibrosis en las válvulas cardiacas).
El tratamiento con levodopa/carbidopa es efectivo pero produce con mucha frecuencia potenciación a dosis de más de 200 mg..
La gabapentina (antiepiléptico) es efectiva en el movimiento periódico de las piernas, sobre todo en los pacientes que están en hemodiálisis, no tanto en el SPI.
La pregabalina también se ha demostrado eficaz en el SPI a corto plazo.
Como conclusión podemos decir que para el manejo del augmentation (potenciación), el primer paso es evaluar los niveles de hierro y ferritina. Si están bajos dar sales de hierro. Después cambiar a un agonista dopaminérgico de más vida media (rotigotina). Si no hay mejoría, añadir gabapentina o pregabalina. Si no mejoría, suspender el agonista dopaminérgico y aumentar la dosis de gabapentina/pregabalina. Si no mejoría dar un opiáceo (oxicodona) durante seis meses y después intentar restaurar el tratamiento con un agonista dopaminérgico de vida media larga.



domingo, 5 de octubre de 2014

¿QUÉ ES EL AUGMENTATION EN EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

El "augmentation" o potenciación, se define como una intensificación de los síntomas del SPI después de un tiempo, de haber iniciado el tratamiento. Estos síntomas aparecen más temprano en el día, incluso ya por la mañana y se pueden extender a otras partes del cuerpo (más frecuentemente en los brazos), son mucho más intensos y comienzan antes, después de estar en reposo. También el tratamiento, que inicialmente fue efectivo, comienza a no serlo.
Esta "potenciación", no debería confundirse con los síntomas que aparecen temprano por las mañanas y que mejoran tras la aplicación diaria del tratamiento, el llamado "rebote matutino temprano". También debería diferenciarse de una progresión natural del SPI, de la tolerancia al tratamiento y de una alteración llamada akatisia (necesidad imperiosa de mover todo el cuerpo) que aparece en personas que toman neurolépticos (haloperidol, risperidona, etc..). 
El "augmentation" suele comenzar alrededor de los seis meses después de haberse iniciado el tratamiento o al aumentar las dosis del mismo. 
La causa exacta se desconoce, aunque el tener bajos niveles de hierro y ferritina pude predisponer a padecerlo. 
Aparece en los tratamientos que actúan sobre la dopamina, sobre todo con tratamientos con levodopa  (Sinemet, Madopar, etc..), y pueden producirla entre el 30 y el 80% de los que la toman para el SPI. Con menos frecuencia se va a producir este "augmentation" en los pacientes que toman agonistas dopaminérgicos (pramipexol (Mirapexín), Ropinirol (Requip) y Rotigotina (Neupro)) o en los pacientes que toman un antiepiléptico como la gabapentina. 
El manejo dependerá si este "augmentation" altera la calidad de vida. Si la altera, lo primero será eliminar factores que la agraven. Así se deberá de evitar la toma de cafeína, alcohol y evaluar si hay otros fármacos implicados como la toma de antidepresivos, etc.. Examinar los niveles de hierro y ferritina y, si están bajos, corregirlos con sales de hierro. 
Por último se impide más la aparición de este fenómeno si se utilizan los agonistas de mayor vida media y que en los que sus niveles en la sangre son más estables (Parches de rotigotina (Neupro), formulación oral retardada de pramipexol (Mirapexín) o del ropinirol (Requip). 

martes, 23 de septiembre de 2014

23 de Septiembre de 2014: DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

El día 23 de septiembre de 2014 es el día mundial del SPI. Muchas veces nos preguntamos para que sirve un día mundial de una enfermedad.
Creo que es importante que la sociedad tome conciencia de un padecimiento y más si este es muy frecuente y esta infradiagnosticado.
Gracias este Día Mundial, el SPI se hace más visible a la sociedad y se toma conciencia de un problema, no solo por parte de los que conocen algún enfermo que la padece, si no también por parte de la profesión médica. Todo va a ayudar a comprender al paciente y que no se sienta solo ante su sufrimiento.
EL SPI no mata ni deforma, pero altera mucho la calidad de vida de quien la padece, alterando su rendimiento laboral, social, familiar y personal.
Gracias a estos días en los que se recuerda una enfermedad, esta se hace más visible y el paciente no siente la soledad del que nota unos síntomas sin saber cual es la causa y, por tanto, de no tener un tratamiento específico. Se dice que cuando se conoce lo que uno padece se acepta más la enfermedad y se puede encarar de diferente manera a si no se sabe el diagnóstico.
También este Día Mundial del SPI hace que en el paciente crezca la esperanza en nuevos tratamientos  y, más aún, que aumento el conocimiento de esta enfermedad entre la profesión médica y así se avance en un diagnóstico temprano e iniciar el tratamiento cuando la calidad de vida del paciente empiece a alterarse.
Siempre hay que esperar que esta celebración no se quede ahí, que se avance en métodos diagnósticos más fiables y objetivos y que se investiguen nuevos tratamientos, si no curativos, sí que controlen los síntomas con los menores efectos secundarios posibles.
A todos los pacientes con SPI mi apoyo y sabed que mucha gente está implicada en que la enfermedad sea más conocida y mejor tratada.
Por otra parte es bueno que haya asociaciones de pacientes con SPI, la unión hace la fuerza y así la enfermedad no solo será visible ante la sociedad un día al año sino todos los días.

lunes, 8 de septiembre de 2014

EL PAPEL DE LOS OPIÁCEOS EN EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

El tratamiento, con derivados opiáceos, del SPI, se conoce desde sus primeras descripciones clínicas (año 1945). hay estudios con pocos pacientes, en los que se ha utilizado metadona (10 mg.), oxicodona (4,5 mg.), Codeina (30 mg.); cuando el paciente se iba a ir a la cama. Algunos opiáceos también han sido prohibidos por producir arritmias cardiacas (propileno).
La efectividad podría estar relacionada con la disminución de los despertares, aunque sin mejorar la frecuencia de los movimientos de las piernas durante la noche.
Además este tipo de fármacos tienen un potencial adictivo importante y producen el fenómeno de "augmentation", es decir, pasado un tiempo, se necesitan cada vez dosis más latas para mantener el mismo efecto.
De los opiáceos, el de menor potencial adictivo es el tramadol, que también es el mejor tolerado.
En pacientes muy refractarios a otros tratamientos la inyección subcutánea de apomorfina, resultó efectiva, pero el estudio se realizó solo en dos pacientes.
según las guías europeas para el tratamiento del SPI, el tratamiento con opioides se debería de hacer como último recurso, en el caso que la utilización de los agonistas dopaminérgicos (primera elección) los antiepilépticos y las benzodiacepinas (seguna opción) ni la clonidina; resultasen efectivos.
Además se ha demostrado efectividad en los síntomas del SPI que aparecen durante el sueño, disminuyendo la frecuencia de los despertares. No está tan demostrada su efectividad en los síntomas que comienzan por la tarde o durante el día.
Además hay que tener especial cuidado con estos fármacos en pacientes mayores y en niños.
En ambos se puede producir un llamado efecto paradójico, es decir, se produce una agitación y nerviosismo importantes, que les puede alterar el sueño y la conducta. La sedación diurna les producirá una disminución del rendimiento escolar en los segundos y caídas más frecuentes en los primeros.
Como resumen, solo se deberían de utilizar los opiáceos en el tratamiento del SPI, cuando los otros tratamientos hayan fallado o no se toleren, intentar evitarlo en niños y ancianos y, si hay que tomarlos, a las dosis más bajas posibles y antes de acostarse.

miércoles, 27 de agosto de 2014

¿QUÉ OTRAS ENFERMEDADES PUEDEN PROVOCAR UNOS SÍNTOMAS PARECIDOS AL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

Como ya hemos hablado, el SPI puede ser primario (no se encuentra una clara causa a pesar de las investigaciones) y secundario. El SPI secundario va producir síntomas similares al primario, pero va a tener una causa conocida. Este SPI secundario va a ser más frecuente en la población más mayor.
Una de las principales causas de SPI en los pacientes de más edad va a ser la enfermedad de Parkinson. Normalmente ya está diagnosticada esta enfermedad cuando se inicial los síntomas del SPI. Además, también el tratamiento va a ser con levodopa o los agonistas dopaminérgicos referidos. La utilización de la rotigotina en parche a parte de mejorar el SPI mejorará la calidad del sueño de estos pacientes.
La segunda causa va a ser el embarazo, sobre todos en el último trimestre. Aunque al parecer estas mujeres tendrán más riesgo de desarrollar el SPI en un futuro.
El déficit de hierro con la anemia ferropénica. Sobre todos si un componente del metabolismo del hierro como es la ferritina está disminuido.
La insuficiencia venosa en los miembros inferiores va a producir varices. Estas pacientes pueden sufrir síntomas similares a los de un SPI. Sin embargo estas pacientes también referirán hinchazón en las piernas y mejoría al elevarlas.
Las alteraciones de los nervios periféricos (polineuropatías) sobre todos las debidas a insuficiencia renal con diálisis, producen síntomas similares que también han mejorado con la aplicación de parches de rotigotina. También pueden aparecer un cuadro parecido al SPI en lesiones de los nervios producidas por la diabetes, el abuso de alcohol, etc..
Hay otras enfermedades neurológicas, que dentro de su cuadro sintomático, pueden aparecer síntomas del SPI. Así pueden aparecer en la esclerosis múltiple (enfermedad desmielinizante del cerebro y de la médula espinal), la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en las lesiones de las raíces lumbares, en la estenosis del canal lumbar por artrosis de la columna, en los déficits de vitamina como en la falta de vitamina B12. Otras enfermedades no neurológicas que pueden tener síntomas parecidos al SPI es la artritis reumatoide.
Especial atención merece el consumo excesivo de café o de chocolate y la obesidad. La mejoría de los síntomas de este SPI secundario sería la disminución del consumo y adelgazar.
Por último determinados tratamientos como algunos antidepresivos comunes, tratamientos para bajar la tensión arterial (beta-bloqueantes) y algunos fármacos utilizados en psiquiatría; también pueden producir, como efectos secundarios, síntomas parecidos al SPI. En este último caso hay una relación temporal entre la toma del fármaco y la aparición de los síntomas, que mejoran al suspenderlo.


sábado, 16 de agosto de 2014

EMBARAZO Y SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

El riesgo de padecer el SPI es de dos a tres veces más frecuente durante el embarazo. Entre un 15 y un 25% de las embarazadas lo sufrirán. Se suele iniciar al final del segundo o principios del tercer trimestre. 
La causa de esta mayor incidencia es la alteración en el metabolismo del hierro que se produce durante el embarazo. 
Se va a producir una mejoría significativa o inclusos la desaparición de lo síntomas, después de la primera semana del parto. Sin embargo, el riesgo es de un 30% en los siguientes embarazos. 
En los casos leves los síntomas se pueden manejar con tratamientos no farmacológicos como hacer ejercicios de estiramiento de las piernas  o caminar un par de minutos, antes de acostarse. También mejoran con la utilización de medias elásticas (que son especialmente útiles si se asocia, el SPI, a venas varicosas).
La utilización de fármacos se debe de hacer con control médico. No se ha observado que la utilización de agonistas dopaminérgicos como el prmipexol (Mirapexín) ni la ratigotina en parches (Neupro), a la dosis que se utilizan para el SPI, hayan provocado efectos sobre el feto, al utilizarlos en el tercer trimestre del embarazo. La utilización de la levodopa (Sinemet) también es segura.
Las benzodiazepinas deberían de ser evitadas por el riesgo de paladar hendido, labio leporino y síndrome de abstinencia en el neonato. Si no queda más remedio la más segura es el clonazepán (Rivotril).
Los antiepilépticos también deberían de evitarse por el riesgo de malformaciones del sistema nervioso (falta de cierre del tubo neural con la aparición de espina bífida). Si no quedase más remedio se deberían de utilizar añadiendo ácido cólico 5 mg durante todo el embarazo. 
En madres con bajos niveles de ferritina es útil la toma de sales de hierro, incluso por vía intravenosa. 
Se ha observado mayor riesgo de sufrir de SPI durante el embarazo en mujeres con esclerosis múltiple.
El SPI también está infradiagnosticado en las embarazadas.  

viernes, 18 de julio de 2014

EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS EN LOS NIÑOS.

El SPI afecta a entre el 2 y el 15% de las personas y a partir de los 18 años lo sufrirán el 7%. Sin embargo, también puede afectar a la población infantil. Según un estudio el 2% de los individuos entre los 8 y los 18 años, lo van a sufrir. En este grupo de edad se va a plantear un verdadero reto diagnóstico.
Cuando el niño puede expresarse de manera adecuada, va a relatar que nota una sensación desagradable en las piernas o incluso en las manos, que le "pone nervioso" y que le mejora cuando se mueve o camina. Otras expresiones utilizadas es como la de "picor", "hormigueo", "piernas pesadas", etc.. También van a empeorar por la noche.
Es característico, en los más pequeños (entre el año y los 4 años), que se despierten entre 1 y 3 horas después de haberse quedado dormido, llorando, pataleando con los pies o quejándose de que le duelen las piernas.
En ocasiones hay una historia familiar positiva, en la que se puede observar un fenómeno de anticipación generacional. Es decir, lo sufre uno de los abuelos a una edad de 60 o 70 años, también lo sufre la madre a la edad de los 40 y lo sufre el niño.
Debido a esta observación se han realizado estudios genéticos y se ha encontrado que la alteración en algunos genes que regulan el metabolismo del hierro, podrían estar implicados en la génesis del síndrome.
En la evaluación diagnóstica del SPI en los niños se debería de realizar un estudio del metabolismo del hierro y a no ser que se sospeche una polineuropatía, por la historia clínica o por la exploración neurológica, se debería de reservar el estadio electroneurográfico/electromiográfico, para los casos que no respondan bien al tratamiento.
En relación a este último, se han hecho pocos estudios que examinen la efectividad de los tratamientos que se aplican a los adultos. La primera recomendación es la utilización de las sales de  de hierro, sobre todo si los niveles de ferritina están por debajo de 50 ng/ml.. Se ha demostrado una relación entre los niveles bajos de ferritina y la intensidad del SPI.
Aunque no hay amplia experiencia, si a pesar del tratamiento con las sales de hierro no mejor, se podrían utilizar bajas dosis de gabapentina (100 a 300 mg) con la cena.
No hay estudios que indiquen la utilización de agonistas dopaminérgicos (fármacos de elección en los adultos) en los niños con SPI..
El diagnóstico del SPI en niños es un verdadero reto diagnóstico. Se deberá de pensar en dicha posibilidad ante un niño que se despierte en las primeras 3 horas del sueño, quejándose de "dolor en las piernas" o pataleando, con una disminución de los niveles de ferritina y con una historia familiar positiva.

miércoles, 2 de julio de 2014

¿CÓMO DE FRECUENTE ES EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

El síndrome de piernas inquietas (SPI) es más frecuente de lo que las estadísticas manifiestan. Esto es así porque, en ocasiones, se tarda varios años en ser diagnosticada y, por tanto de ser correctamente tratada.
Según estudios realizados en el año 2004, entre un 5 y un 14% de la población general sufrirá de este síndrome. La diferencia se debe a los diferentes criterios diagnósticos utilizados.
En el año 2005 se analizó a una población de 16.202, mayores de 18 años. De todos ellos, el 7% sufrían de esta enfermedad. El 3% era de intensidad moderada a severa, es decir, los síntomas le impedía un descanso nocturno adecuado al menos dos días por semana.
Es de destacar que de todos los pacientes que sufrían de SPI, más del 80% había comunicado los síntomas a su médico de atención primaria, pero solo el 6% había sido correctamente diagnosticado.
El SPI puede ocurrir a cualquier edad, aunque la probabilidad de sufrirlo se incrementa con la edad. Así en la población de los 18 años la prevalencia es del 3%, a los 30 del 10% y a los 79 años es de casi el 20%. Entre los 8 y los 19 años la sufren el 2% de la población.
Las mujeres tiene más riesgo de padecerla y este aumenta cuantos más hijos tengan
También con la edad hay mayor probabilidad de sufrir la condición asociada de movimiento periódico de las piernas.
El SPI es una condición más frecuente de lo que los estudios manifiestan, ya que muchos pacientes no son diagnosticados adecuadamente y este diagnóstico se puede retrasar durante años.
En toda persona con una serie de síntomas como dolor, intranquilidad, hormigueos, sensación queman, etc..; que empeoran por la tarde y en ocasiones le despierta por la noche y que además mejora con el movimiento de las piernas o caminado; se deberá de sospechar el SPI.

viernes, 20 de junio de 2014

TRATAMIENTO Y MANEJO DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

Para un adecuado tratamiento y manejo del síndrome de piernas inquietas (SPI), primero hay que llegar a un correcto diagnóstico.
El mayor problema es que muchas personas no han sido diagnosticadas de esta enfermedad y sufre un peregrinar continuo por algunas especialidades médicas (traumatología, reumatología, cirugía vascular, etc..). Pueden tardar varios años hasta que se les diagnostica de dicho síndrome.
Una vez hecho el diagnóstico, el siguiente paso es saber si es primario (no existe otra enfermedad que está causando síntomas parecidos al SPI). Para ello se realizan dos pruebas fundamentales: una es el estudio de ver a que velocidad se conduce un estímulo eléctrico a través de los nervios y otro evaluar si hay bajos niveles de hierro y una sustancia llamada ferritina, en la sangre.
Si todas estas pruebas son normales, hablaremos de un SPI primario. Si hay alteración en las velocidades de conducción de los nervios o disminución del hierro o la ferritina, hablaremos de un SPI secundario.
El tratamiento del SPI primario, según las guías internacionales se debe de comenzar con un fármaco que se denomina rotigotina (el nombre comercial es Neupro) es en parches y la dosis media es de un parche de 3 mg cada día. Se suele tolerar bien y, en raras ocasiones puede producir un poco de sueño, que con el tiempo disminuye. De la misma familia de fármacos hay otros como el ropinirol (nombre comercial Adartrel) que a dosis entre 0,50 y 2 mg se ha visto efectividad. Otro de la misma familia el el pramipexol (nombre comercial Mirapexín), a dosis bajas de 0,52 mg. es igual de efectivo que el anterior.
La rotigotina tiene la ventaja de que dura más el fármaco en la sangre y, al ponerse en parche, se evita estar pendiente de tomarse una pastilla.
Estos fármacos tienen la ventaja sobre otros y es que la dosis para controlar los síntomas puede variar solo a muy largo plazo.
Con otros fármacos se puede producir el fenómeno que se denomina "augementation", es decir se necesita cada vez una dosis mayor para obtener el mismo efecto.
En el SPI secundario, cuando es debido a una alteración de los nervios periféricos, se deberá tratar la causa. Los pacientes con insuficiencia renal que están en diálisis suelen tener con frecuencia SPI, que también van a mejorar con el parche de rotigotina.
Las perdonas con hierro y/o ferritina bajos en la sangre deberían de tratarse con sales de hierro y si no mejorasen en 8 semanas, añadir también el parche de rotigotina.
El próximo día hablaremos de más tratamientos.


sábado, 14 de junio de 2014

¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS PERIÓDICOS DE LAS PIERNAS?

Los movimientos periódicos de las piernas son movimientos que aparecen en los miembros inferiores y en 8 de cada 10 pacientes con síndrome de piernas inquietas.
Se inician por la noche cuando se está dormido, aunque desaparece cuando se inicia el sueño REM (la fase del sueño cuando soñamos y solo están activos los músculos que mueven los ojos y los de la respiración).
Estos movimientos suene producir movimientos en dorsiflexión del primer dedo del pie y de flexión de la rodilla y de la cadera. También son frecuentes los movimientos de las manos.
Cuando aparecen se produce un aumento de la tensión arterial, de la profundidad de la respiración, de la frecuencia cardiaca y disminución de la temperatura corporal.
Estos movimientos periódicos duran entre medio segundo y 5 segundos y se repiten cada 15 a 40 segundos
Si se hiciese un EEG se observaría en este registro unas ondas especiales que se llaman complejo "K".
Estos movimientos periódicos van a producir, no solo una molestia para la pareja que duerme con la persona que sufre de SPI, si no que al propio paciente le van a disminuir la calidad del sueño.
Esta disminución de la calidad del sueño se produce porque cuesta más quedarse dormido, se producen despertares frecuentes, al despertarse la sensación es de no haber descansado lo suficiente, etc.
Lo anterior hace que las cefaleas sean frecuentes, que se tenga que dormir más durante el día lo que hace que el paciente se aísle socialmente e, incluso se asocia a una disminución del deseo sexual.
Cuando estos síntomas ocurran en una persona con SPI, debería de ponnerse en contacto con su neurólogo ya que hay tratamientos efectivos.
Para el diagnóstico se utiliza una técnica que registra el electroencefalograma (registro de las ondas cerebrales) durante la noche. Se denomina estudio polisomnográfico. En el se observa la periodicidad de los movimientos de las piernas o, más raramente, de los brazos, asociados unas ondas especiales (complejos K).
Estudio polisomnográfico de un paciente con movimiento periódico de las piernas asociado a un SPI

martes, 10 de junio de 2014

¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

Los síntomas característicos del SPI son los siguientes
1.- Sensación urgente de mover las piernas, acompañada de sensaciones desagradables o de desasosiego
2.- Empeoramiento o comienzo de dichas sensaciones, durante los periodos de inactividad estando sentado o tumbado.
3.- Mejoría con la actividad (caminar, estiramientos) y durante el tiempo que dura dicha actividad.
4.- En personas ancianas pueden mejorar haciendo girar el cuerpo en la cama

5.- Empeoramiento durante la tarde o la noche
6.- Historia familiar (padre, madre, abuelos o hermanos afectados)
7.- La edad media del diagnóstico está entre los 50 y 60 años
8.- Cerca del 40% comienza antes de los 20 años
9.- Puede tener también sensaciones anormales cuando las piernas contactan con la ropa de la cama

10.- Las alteraciones sensitivas son descritas como tirantez, dolor, entumecimiento, picor, quemazón, intranquilidad, frialdad, opresión, retorcimiento,etc..
11.- Aunque estas alteraciones sensitivas aparecen sobre todo en las piernas, hasta en la mitad de los pacientes las refieren también en los brazos.
12.- Causa imperantes alteraciones en el sueño, así 6 de cada diez tendrán dificultades para conciliar el sueño, y esta misma proporción se despertarán más de 3 veces por noche, más de 3 noches por semana. 
13.- Se va a relacionar con una alteración en la organización del sueño que se llama movimiento periódico de las piernas. 
14.- En algunos pacientes se asocia con un trastorno llamado trastorno alimentario relacionado con el sueño. Son personas que se levantan a comer compulsivamente durante la noche, sin que sientan hambre, y después no recuerdan el haberlo hecho. 







sábado, 7 de junio de 2014

ALGO DE HISTORIA DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS


 El síndrome de piernas inquietas (SPI) no se ha descubierto recientemente. Ya en el siglo XVII, más exactamente en el año 1672, un médico llamado Thomas Willis, ya lo describía en su libro: “Algunas personas,cuando están cayendo en el sueño, notan en los brazos y en las piernas como sacudidas y contracciones de los tendones y , así sienten una gran intranquilidad y desasosiego de sus miembros y ya no pueden volver a dormirse, como si se les estuviese sometiendo a una gran tortura”.

Ya en el año 1861 Whitmaack la llamó “ansiedad de la tibia”. Este autor estaba profundamente equivocado ya que la asoció a “personas histéricas”.

No fue hasta la segunda década del siglo XX, cuando Oppenheim en 1923 definió a la enfermedad como una alteración neurológica y fue el primero que reconoció el componente genético y hereditario de la enfermedad.

Ya en 1945 un neurólogo americano, Ekbom, describió todo el espectro clínico del síndrome y fue el primero que la clasificó en dos formas. Una forma en la que predomina una sensación anormal y espontánea (sin que haya ningún contacto) en las piernas, que se llama parestesia  y la denominó “astenia crorum parestésica”. En una segunda forma el paciente siente verdadero dolor  y que la llamó “astenia crorum dolorosa”.


En los últmos años se ha demostrado que tienen un papel muy importante en esta enfermedad el metabolismo alterado del hierro en unas determinadas áreas del cerebro. Estas áreas del cerebro serían los gánglios basales (que son un grupo de neuronas localizados dentro del cerebro y que juegan un papel importante en el control del movimiento). Uno de estos gánglios basales es la sustancia negra cuya alteración va a producir la enfermedad de Parkinson. Así se ha observado que el síndrome de piernas inquietas es mucho más frecuente en pacientes con enfermedad de Parkinson. Además fármacos utilizados para tratar a estos enfermos también van a mejorar los síntomas del síndrome de piernas inquietas

Thomas Willis