viernes, 13 de febrero de 2015

SUPLEMENTOS NATURALES COMO COMPLEMENTO AL TRATAMIENTO DEL SPI

El Síndrome de piernas inquietas (SPI) tiene un tratamiento individualizado con fármacos y estilos de vida determinados como ejercicio físico, estiramientos, etc...
En los últimos años hay un auge de los remedios naturales para mejorar los resultados obtenidos con la medicina farmacológica tradicional. Hay que tener en mente que estos suplementos naturales no van a sustituir al tratamiento farmacológico, que son los que han demostrado en los ensayos clínicos, que más van a a mejorar la calidad de vida de los pacientes con SPI. Sin embargo la asociación de algún remedio natural, puede ser beneficiosa, y no abusando de su uso, pueden potenciar el efecto beneficioso del tratamiento medicamentoso.
Comidas ricas en hierro van a ser beneficiosas, de hecho en algunos pacientes con déficit de hierro, hay que suplir esta falta con sales de hierro. Pero estas últimas pueden ser muy irritantes para el estómago, producir diarrea y cefaleas. La toma de verduras como el brocoli o los espárragos, van a proporcionar hierro y no va a producir efectos secundarios. También las carnes rojas, los pescados y las leguminosas como las lentejas y las alubias.
Algunos estudios han demostrado que el consumo de magnesio va a mejorar los síntomas del SPI. Comidas ricas en magnesio son los vegetales verdes como las espinacas, legumbres, nueces, etc. . El consumo de 250 mg al día va a mejorar los síntomas del SPI cuando son de leve a moderada intensidad.
Los enfermos con SPI van a verse aliviados con la toma de 5 a 10 mg de ácido fólico al día. Esto es especialmente importante en las mujeres embarazadas en las que aparece o se intensifica este síndrome. El ácido fólico se encuentra en los cereales, las espinacas, espárragos, alubias, gigantes, hígado de cordero o de res, etc..
La vitamina E es la vitamina antioxidante por naturaleza. En algunas personas puede mejorar los movimientos periódicos de las piernas durante el sueño, que tan frecuentes son en el SPI. Vitamina E se puede encontrar en los huevos, arroz, coles, etc..
La piridoxina o vitamina B6, va a ayudar a la absorción de las proteínas y los ácidos grasos, que son los que van a fortalecer los músculos y protege a las terminaciones nerviosas de ciertos tóxicos. Una falta de piridoxina puede intensificar los síntomas del SPI y de los movimientos periódicos de las piernas. Alimentos ricos en esta vitamina, son los huevos, las zanahorias, la soja, patatas y el pescado.
La vitamina B12 es fundamental para el desarrollo y el metabolismo del sistema nervioso. Una falta de esta vitamina puede producir, entre otras, una alteración de los nervios periféricos e intensificar los síntomas del SPI. Se debe de tratar siempre que los niveles en la sangre esta,en bajos. Alimentos ricos en vitamina B12 son la carne, los pescados, los mejillones y los vegetales.
El triptófano es un aminoácido, es decir, un componente de muchas proteínas. Nuestro organismo no lo puede producir y solo se puede obtener mediante la dieta. El triptófano va a producir serotonina que es un neurotransmisor fundamental para que funcione nuestro sistema nervioso. La toma de este suplemento ha mejorado los síntomas de muchas enfermedades neurológicas, entre las que está el SPI.
También la toma de infusiones coo la valeriana y la tila pueden mejorar el descanso nocturno del SPI.
Una dieta sana rica en vegetales, legumbres y pescado, mucho de los componentes de la dieta mediterránea, va a mejorar la calidad de vida de los enfermos de SPI.

domingo, 1 de febrero de 2015

¿EXISTE EL "SÍNDROME DEL CUERPO INQUIETO"?

Ya hemos comentado, que cuando el síndrome de piernas inquietas empeora, puede aparecer desde primeras horas de la mañana o abarcar a otras partes del cuerpo.
Esta extensión puede afectar a los brazos a la espalda o incluir a todo el cuerpo. Cuando así ocurre la sensación que le produce al paciente es tener un "dolor sordo y generalizado" durante la noche y el día, lo que le dificulta el descanso nocturno y las actividades de la vida diaria.
En estos pacientes, más que un SPI habría que hablar de un "síndrome del cuerpo inquieto". El diagnóstico, en ocasiones, se retrasa por la idea que se tiene, incluidos los médicos, que el SPI solo se va a sufrir en las piernas y nunca se va a ver afectado el cuerpo.
También es importante tener en mente que hay pacientes que desde los primeros meses ya tienen esta sensación de "intranquilidad o dolor" en todo el cuerpo, precedido durante un periodo muy corto de la sola afectación de las piernas o que refieren haber comenzado desde el principio con el "síndrome del cuerpo inquieto".
En esta situación lo más importante es reconocerlo y diagnosticarlo lo antes posible, para que el paciente no haga un peregrinaje que retrase su tratamiento y se afecte su calidad de vida de manera importante.
Ya se explicó con anterioridad que si hay enfermos que están siendo tratados con otros fármacos como los neurolépticos (haloperidol, risperidona, sulpiride (Dogmatil), etc), el primer paso es intentar suprimirlos, si es posible.
El manjeo se puede hacer aplicando diversas medidas. Se pueden usar técnicas de relajación como el yoga, que mejoran la sensación de tranquilidad y bienestar. También se pueden tomar algunos suplementos dietéticos como alimentos ricos en vitamina B (mejillones, verdura, etc), ácido fólico (verdura y frutas), suplementos de magnesio, etc.. También es muy recomendable el caminar al menos una hora al día. Esto, junto con un ejercicio moderado como la natación o el "pilates" 30 minutos al día, van a mejorar los síntomas del "síndrome del cuerpo inquieto".
El tratamiento farmacológico es fundamental cuando hay una afectación de la calidad de vida y del descanso nocturno. Dicho tratamiento es similar al síndrome de piernas inquietas. Se recomienda la utilización de agonistas dopaminérgicos de acción prolongada como los parches de rotigotina o las formulaciones retard, también llamadas prolib,  por vía oral de pramipexol o ropinirol.
Por último, recalco que es muy importante la sospecha clínica. Cuando los síntomas descritos aparezcan se deberá de consultar lo antes posible con un neurólogo para el diagnóstico y el manejo lo más temprano posible.