domingo, 19 de octubre de 2014

¿TODOS LOS TRATAMIENTOS PRODUCEN DE MANERA SIMILAR EL AUGMENTATION (POTENCIACIÓN)?

Para en tratamiento del síndrome de piernas inquietas (SPI) se han creado unas Guías Clínicas de manejo.
Las guías de tratamiento son documentos en los que se resumen los resultados de los ensayos clínicos con diferentes tratamientos y se propone como realizar el manejo del paciente con SPI y cuales son los tratamientos más efectivos. Ahora bien, cada paciente debe de ser evaluado de manera personal y cada tratamiento deberá de ser individualizado, dependiendo de las circunstancias personales de cada enfermo. Las Guías Clínica son instrumentos útiles para comenzar el tratamiento.
Los neurólogos europeos confeccionaron unas Guías Clínicas para el manejo del SPI y del augmentation (potenciación), en el año 2012.
Se definió como potenciación a corto plazo aquella que aparecía en los seis primeros meses. La de largo plazo la que aparecía en el primer año de tratamiento.
Así la rotigotina (Neupro) se observó eficaz tanto a largo como a corto plazo. Así, solo producía potenciación en el 1,5% en los primeros 6 meses de seguimiento y al año lo sufrió el 2,9%. A los 5 años solo el 4,5% de los tratados con este agonista dopaminérgico desarrolló potenciación.
El pramipexol y ropinirol se mostraron efectivo a corto plazo, pero era dudosa su efectividad a largo plazo. la cabergolina (otro agonista dopaminérgico) no se recomienda para el tratamiento del SPI por sus efectos secundarios (fibrosis en las válvulas cardiacas).
El tratamiento con levodopa/carbidopa es efectivo pero produce con mucha frecuencia potenciación a dosis de más de 200 mg..
La gabapentina (antiepiléptico) es efectiva en el movimiento periódico de las piernas, sobre todo en los pacientes que están en hemodiálisis, no tanto en el SPI.
La pregabalina también se ha demostrado eficaz en el SPI a corto plazo.
Como conclusión podemos decir que para el manejo del augmentation (potenciación), el primer paso es evaluar los niveles de hierro y ferritina. Si están bajos dar sales de hierro. Después cambiar a un agonista dopaminérgico de más vida media (rotigotina). Si no hay mejoría, añadir gabapentina o pregabalina. Si no mejoría, suspender el agonista dopaminérgico y aumentar la dosis de gabapentina/pregabalina. Si no mejoría dar un opiáceo (oxicodona) durante seis meses y después intentar restaurar el tratamiento con un agonista dopaminérgico de vida media larga.



1 comentario:

  1. Está muy bien el artículo, pero... entiendo que tiene demasiadas palabras con errores (agoniza, fertiliza, oxicodonx, etc.) y esto puede inducir a… confusiones a las personas poco familiarizadas con el SPI.

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