sábado, 8 de noviembre de 2014

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS EN PACIENTES EN DIÁLISIS
El Síndrome de piernas inquietas (SPI) va a ser una queja muy frecuente en pacientes en diálisis, más de un 25% de estos pacientes lo van a padecer. Además el sufrir de SPI en estos pacientes va a estar relacionado con una mayor probabilidad de sufrir depresión. 
La causa puede ser múltiple. Una son las alteraciones de los iones que se producen durante la diálisis, la anemia que suele ser frecuente en pacientes con insuficiencia renal crónica (IRC), la alteración de los nervios periféricos que se produce en estos enfermos, etc.. 
Como se sabe, el SPI va a producir una importante alteración en la calidad del sueño, hay estudios  clínicos que demuestran que una baja calidad del sueño van a relacionarse con una mayor probabilidad de sufrir daño cardiovascular en pacientes con IRC que van a iniciar la hemodiálisis. Otros han relacionado un adecuado descanso nocturno con una mayor sensación de bienestar y de calidad de vida en estos pacientes. 
Cuando aparecen los SPI en pacientes en diálisis, un ejercicio aeróbico como el "footing", la natación, etc.. puede mejorar los síntomas inicialmente, pero se ha observado que después de unos seis meses se van a necesitar añadir un agonista dopaminérgico.  
En cuanto a los agonistas dopaminérgicos tanto el pramipexol, como en ropinirol, deberían de ser evitados (en sus formulaciones de liberación retardada) en pacientes con IRC. La rotigotina en parches no necesitaría ajuste de dosis en estos pacientes en hemodiálisis ni en diálisis peritoneal.
Sin embargo el propio proceso de diálisis puede disminuir la cantidad del fármaco en la sangre, por lo que se recomienda cambiar el parche cuando se termine la diálisis. 
La dosis de este agonista sería similar a la que se pauta a los otros pacientes con SPI que no estén en hemodiálisis, aunque si no se controlan bien los síntomas puede aumentarse.
Si apareciese la potenciación (augmentation) el primer paso es bajar la dosis del agonista dopaminérgico y añadir gabapentina. En estos pacientes con IRC no es aconsejable tomar más de 300  a 400 mg al día. 
En la mayoría de los pacientes con SPI en diálisis, un ejercicio diario como caminar o nadar, la toma de un agonista dopaminérgico (el recomendable es la rotigotina) y/o la gabapentina si fuese necesario, va a obtener un alto porcentaje de éxitos, con una mejoría significativa de la calidad de vida del paciente. 

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