viernes, 20 de junio de 2014

TRATAMIENTO Y MANEJO DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

Para un adecuado tratamiento y manejo del síndrome de piernas inquietas (SPI), primero hay que llegar a un correcto diagnóstico.
El mayor problema es que muchas personas no han sido diagnosticadas de esta enfermedad y sufre un peregrinar continuo por algunas especialidades médicas (traumatología, reumatología, cirugía vascular, etc..). Pueden tardar varios años hasta que se les diagnostica de dicho síndrome.
Una vez hecho el diagnóstico, el siguiente paso es saber si es primario (no existe otra enfermedad que está causando síntomas parecidos al SPI). Para ello se realizan dos pruebas fundamentales: una es el estudio de ver a que velocidad se conduce un estímulo eléctrico a través de los nervios y otro evaluar si hay bajos niveles de hierro y una sustancia llamada ferritina, en la sangre.
Si todas estas pruebas son normales, hablaremos de un SPI primario. Si hay alteración en las velocidades de conducción de los nervios o disminución del hierro o la ferritina, hablaremos de un SPI secundario.
El tratamiento del SPI primario, según las guías internacionales se debe de comenzar con un fármaco que se denomina rotigotina (el nombre comercial es Neupro) es en parches y la dosis media es de un parche de 3 mg cada día. Se suele tolerar bien y, en raras ocasiones puede producir un poco de sueño, que con el tiempo disminuye. De la misma familia de fármacos hay otros como el ropinirol (nombre comercial Adartrel) que a dosis entre 0,50 y 2 mg se ha visto efectividad. Otro de la misma familia el el pramipexol (nombre comercial Mirapexín), a dosis bajas de 0,52 mg. es igual de efectivo que el anterior.
La rotigotina tiene la ventaja de que dura más el fármaco en la sangre y, al ponerse en parche, se evita estar pendiente de tomarse una pastilla.
Estos fármacos tienen la ventaja sobre otros y es que la dosis para controlar los síntomas puede variar solo a muy largo plazo.
Con otros fármacos se puede producir el fenómeno que se denomina "augementation", es decir se necesita cada vez una dosis mayor para obtener el mismo efecto.
En el SPI secundario, cuando es debido a una alteración de los nervios periféricos, se deberá tratar la causa. Los pacientes con insuficiencia renal que están en diálisis suelen tener con frecuencia SPI, que también van a mejorar con el parche de rotigotina.
Las perdonas con hierro y/o ferritina bajos en la sangre deberían de tratarse con sales de hierro y si no mejorasen en 8 semanas, añadir también el parche de rotigotina.
El próximo día hablaremos de más tratamientos.


sábado, 14 de junio de 2014

¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS PERIÓDICOS DE LAS PIERNAS?

Los movimientos periódicos de las piernas son movimientos que aparecen en los miembros inferiores y en 8 de cada 10 pacientes con síndrome de piernas inquietas.
Se inician por la noche cuando se está dormido, aunque desaparece cuando se inicia el sueño REM (la fase del sueño cuando soñamos y solo están activos los músculos que mueven los ojos y los de la respiración).
Estos movimientos suene producir movimientos en dorsiflexión del primer dedo del pie y de flexión de la rodilla y de la cadera. También son frecuentes los movimientos de las manos.
Cuando aparecen se produce un aumento de la tensión arterial, de la profundidad de la respiración, de la frecuencia cardiaca y disminución de la temperatura corporal.
Estos movimientos periódicos duran entre medio segundo y 5 segundos y se repiten cada 15 a 40 segundos
Si se hiciese un EEG se observaría en este registro unas ondas especiales que se llaman complejo "K".
Estos movimientos periódicos van a producir, no solo una molestia para la pareja que duerme con la persona que sufre de SPI, si no que al propio paciente le van a disminuir la calidad del sueño.
Esta disminución de la calidad del sueño se produce porque cuesta más quedarse dormido, se producen despertares frecuentes, al despertarse la sensación es de no haber descansado lo suficiente, etc.
Lo anterior hace que las cefaleas sean frecuentes, que se tenga que dormir más durante el día lo que hace que el paciente se aísle socialmente e, incluso se asocia a una disminución del deseo sexual.
Cuando estos síntomas ocurran en una persona con SPI, debería de ponnerse en contacto con su neurólogo ya que hay tratamientos efectivos.
Para el diagnóstico se utiliza una técnica que registra el electroencefalograma (registro de las ondas cerebrales) durante la noche. Se denomina estudio polisomnográfico. En el se observa la periodicidad de los movimientos de las piernas o, más raramente, de los brazos, asociados unas ondas especiales (complejos K).
Estudio polisomnográfico de un paciente con movimiento periódico de las piernas asociado a un SPI

martes, 10 de junio de 2014

¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

Los síntomas característicos del SPI son los siguientes
1.- Sensación urgente de mover las piernas, acompañada de sensaciones desagradables o de desasosiego
2.- Empeoramiento o comienzo de dichas sensaciones, durante los periodos de inactividad estando sentado o tumbado.
3.- Mejoría con la actividad (caminar, estiramientos) y durante el tiempo que dura dicha actividad.
4.- En personas ancianas pueden mejorar haciendo girar el cuerpo en la cama

5.- Empeoramiento durante la tarde o la noche
6.- Historia familiar (padre, madre, abuelos o hermanos afectados)
7.- La edad media del diagnóstico está entre los 50 y 60 años
8.- Cerca del 40% comienza antes de los 20 años
9.- Puede tener también sensaciones anormales cuando las piernas contactan con la ropa de la cama

10.- Las alteraciones sensitivas son descritas como tirantez, dolor, entumecimiento, picor, quemazón, intranquilidad, frialdad, opresión, retorcimiento,etc..
11.- Aunque estas alteraciones sensitivas aparecen sobre todo en las piernas, hasta en la mitad de los pacientes las refieren también en los brazos.
12.- Causa imperantes alteraciones en el sueño, así 6 de cada diez tendrán dificultades para conciliar el sueño, y esta misma proporción se despertarán más de 3 veces por noche, más de 3 noches por semana. 
13.- Se va a relacionar con una alteración en la organización del sueño que se llama movimiento periódico de las piernas. 
14.- En algunos pacientes se asocia con un trastorno llamado trastorno alimentario relacionado con el sueño. Son personas que se levantan a comer compulsivamente durante la noche, sin que sientan hambre, y después no recuerdan el haberlo hecho. 







sábado, 7 de junio de 2014

ALGO DE HISTORIA DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS


 El síndrome de piernas inquietas (SPI) no se ha descubierto recientemente. Ya en el siglo XVII, más exactamente en el año 1672, un médico llamado Thomas Willis, ya lo describía en su libro: “Algunas personas,cuando están cayendo en el sueño, notan en los brazos y en las piernas como sacudidas y contracciones de los tendones y , así sienten una gran intranquilidad y desasosiego de sus miembros y ya no pueden volver a dormirse, como si se les estuviese sometiendo a una gran tortura”.

Ya en el año 1861 Whitmaack la llamó “ansiedad de la tibia”. Este autor estaba profundamente equivocado ya que la asoció a “personas histéricas”.

No fue hasta la segunda década del siglo XX, cuando Oppenheim en 1923 definió a la enfermedad como una alteración neurológica y fue el primero que reconoció el componente genético y hereditario de la enfermedad.

Ya en 1945 un neurólogo americano, Ekbom, describió todo el espectro clínico del síndrome y fue el primero que la clasificó en dos formas. Una forma en la que predomina una sensación anormal y espontánea (sin que haya ningún contacto) en las piernas, que se llama parestesia  y la denominó “astenia crorum parestésica”. En una segunda forma el paciente siente verdadero dolor  y que la llamó “astenia crorum dolorosa”.


En los últmos años se ha demostrado que tienen un papel muy importante en esta enfermedad el metabolismo alterado del hierro en unas determinadas áreas del cerebro. Estas áreas del cerebro serían los gánglios basales (que son un grupo de neuronas localizados dentro del cerebro y que juegan un papel importante en el control del movimiento). Uno de estos gánglios basales es la sustancia negra cuya alteración va a producir la enfermedad de Parkinson. Así se ha observado que el síndrome de piernas inquietas es mucho más frecuente en pacientes con enfermedad de Parkinson. Además fármacos utilizados para tratar a estos enfermos también van a mejorar los síntomas del síndrome de piernas inquietas

Thomas Willis