lunes, 20 de julio de 2015

ALIMENTACIÓN Y SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

Es importante llevar unos hábitos de vida correctos, para mejorar los síntomas de piernas inquietas, aunque esto no suponga la sustitución del tratamiento farmacológico apropiado. Es verdad, que con la aplicación de esto hábitos se pueden disminuir la dosis o incluso suspender la medicación, aunque esto solo sería posible si el paciente responde de manera adecuada.
Ya se ha hablado en otros apartados de este “blog” que alimentos pueden beneficiar los síntomas del SPI. Así alimentos ricos en hierro pueden mejorar los síntomas en personas que sufre SPI y tiene bajos niveles. Es especialmente importante en mujeres embarazadas, niños y vegetarianos estrictos. Las carnes rojas y el hígado tienen gran cantidad de esta sustancia y la toma asociada de vitamina C ayuda a su absorción.
Los alimentos bajos en gluten también pueden mejorar el SPI. Se ha reconocido que los pacientes con enfermedad celiaca tiene más riesgo de sufrir de SPI (hasta un tercio de los celiacos tiene SPI) y que la dieta sin gluten mejora los síntomas de las dos enfermedades. A los 6 a 9 meses de mantener una dieta baja en gluten, los pacientes celiacos van a mejorar su SPI. También se ha observado que pacientes con SPI sin enfermedad celiaca mejoran con dieta baja en gluten. 
Algunas personas con SPI notan un empeoramiento de sus síntomas con la toma de helados (independientemente del sabor), sobre todo si se toman en cantidades importantes. La causa por la que ocurre esto est´a debate, se han implicado unas sustancias como los mono y diglicéridos, pero no se ha confirmado.
Bebidas y alimentos con cafeína van a empeorar el SPI. Así el café, el té, las bebidas de cola; van a intensificar los síntomas. El chocolate también contiene cierta cantidad de cafeína.
Se ha demostrado que la sensibilización a ciertos alimentos puede causar SPI en determinados individuos. Cualquier alimento puede ser potencialmente culpable. Los más documentados son la leche, el café, los huevos, aspartamo, té, chocolate, cítricos, patatas, frambuesas, fresas y la carne de cerdo. Evitar estos alimentos, sobre todo en la cena, puede mejorar los síntomas del SPI .
El mantener un peso adecuado es muy importante. La obesidad aumenta el riesgo de sufrir un SPI, aparte del riesgo mayor de padecer de diabetes, cardiopatía isquémica, etc..

La persona con SPI debería de mantener un peso adecuado, mantener una rieca equilibrada rica en hierro, vitamina B12, vitamina C y magenesio. Evitar cafeina y alimentos a los que esté sensibilizado, es decir no tomar aquellos que les producen malestar gástrico e intestinal y le empeoran los síntomas del SPI..