miércoles, 27 de agosto de 2014

¿QUÉ OTRAS ENFERMEDADES PUEDEN PROVOCAR UNOS SÍNTOMAS PARECIDOS AL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS?

Como ya hemos hablado, el SPI puede ser primario (no se encuentra una clara causa a pesar de las investigaciones) y secundario. El SPI secundario va producir síntomas similares al primario, pero va a tener una causa conocida. Este SPI secundario va a ser más frecuente en la población más mayor.
Una de las principales causas de SPI en los pacientes de más edad va a ser la enfermedad de Parkinson. Normalmente ya está diagnosticada esta enfermedad cuando se inicial los síntomas del SPI. Además, también el tratamiento va a ser con levodopa o los agonistas dopaminérgicos referidos. La utilización de la rotigotina en parche a parte de mejorar el SPI mejorará la calidad del sueño de estos pacientes.
La segunda causa va a ser el embarazo, sobre todos en el último trimestre. Aunque al parecer estas mujeres tendrán más riesgo de desarrollar el SPI en un futuro.
El déficit de hierro con la anemia ferropénica. Sobre todos si un componente del metabolismo del hierro como es la ferritina está disminuido.
La insuficiencia venosa en los miembros inferiores va a producir varices. Estas pacientes pueden sufrir síntomas similares a los de un SPI. Sin embargo estas pacientes también referirán hinchazón en las piernas y mejoría al elevarlas.
Las alteraciones de los nervios periféricos (polineuropatías) sobre todos las debidas a insuficiencia renal con diálisis, producen síntomas similares que también han mejorado con la aplicación de parches de rotigotina. También pueden aparecer un cuadro parecido al SPI en lesiones de los nervios producidas por la diabetes, el abuso de alcohol, etc..
Hay otras enfermedades neurológicas, que dentro de su cuadro sintomático, pueden aparecer síntomas del SPI. Así pueden aparecer en la esclerosis múltiple (enfermedad desmielinizante del cerebro y de la médula espinal), la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en las lesiones de las raíces lumbares, en la estenosis del canal lumbar por artrosis de la columna, en los déficits de vitamina como en la falta de vitamina B12. Otras enfermedades no neurológicas que pueden tener síntomas parecidos al SPI es la artritis reumatoide.
Especial atención merece el consumo excesivo de café o de chocolate y la obesidad. La mejoría de los síntomas de este SPI secundario sería la disminución del consumo y adelgazar.
Por último determinados tratamientos como algunos antidepresivos comunes, tratamientos para bajar la tensión arterial (beta-bloqueantes) y algunos fármacos utilizados en psiquiatría; también pueden producir, como efectos secundarios, síntomas parecidos al SPI. En este último caso hay una relación temporal entre la toma del fármaco y la aparición de los síntomas, que mejoran al suspenderlo.


sábado, 16 de agosto de 2014

EMBARAZO Y SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

El riesgo de padecer el SPI es de dos a tres veces más frecuente durante el embarazo. Entre un 15 y un 25% de las embarazadas lo sufrirán. Se suele iniciar al final del segundo o principios del tercer trimestre. 
La causa de esta mayor incidencia es la alteración en el metabolismo del hierro que se produce durante el embarazo. 
Se va a producir una mejoría significativa o inclusos la desaparición de lo síntomas, después de la primera semana del parto. Sin embargo, el riesgo es de un 30% en los siguientes embarazos. 
En los casos leves los síntomas se pueden manejar con tratamientos no farmacológicos como hacer ejercicios de estiramiento de las piernas  o caminar un par de minutos, antes de acostarse. También mejoran con la utilización de medias elásticas (que son especialmente útiles si se asocia, el SPI, a venas varicosas).
La utilización de fármacos se debe de hacer con control médico. No se ha observado que la utilización de agonistas dopaminérgicos como el prmipexol (Mirapexín) ni la ratigotina en parches (Neupro), a la dosis que se utilizan para el SPI, hayan provocado efectos sobre el feto, al utilizarlos en el tercer trimestre del embarazo. La utilización de la levodopa (Sinemet) también es segura.
Las benzodiazepinas deberían de ser evitadas por el riesgo de paladar hendido, labio leporino y síndrome de abstinencia en el neonato. Si no queda más remedio la más segura es el clonazepán (Rivotril).
Los antiepilépticos también deberían de evitarse por el riesgo de malformaciones del sistema nervioso (falta de cierre del tubo neural con la aparición de espina bífida). Si no quedase más remedio se deberían de utilizar añadiendo ácido cólico 5 mg durante todo el embarazo. 
En madres con bajos niveles de ferritina es útil la toma de sales de hierro, incluso por vía intravenosa. 
Se ha observado mayor riesgo de sufrir de SPI durante el embarazo en mujeres con esclerosis múltiple.
El SPI también está infradiagnosticado en las embarazadas.