lunes, 2 de marzo de 2015

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS TRATAMIENTOS DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS.

Todos los tratamiento que se utilizan en medicina pueden, potencialmente, producir efectos no deseados. Los fármacos que se emplean para el síndrome de piernas inquietas mejoran espectacularmente la calidad de vida del paciente, pero en ocasiones producen algunos efectos indeseables, que la mayor parte de las veces van a ser bien tolerados o son transitorios.
Los agonistas dopaminérgicos (rotigotina parches (Neupro), pramipexol y ropinirol), son muy seguros a las dosis que se emplean para el SPI. Los efectos secundarios más frecuentes van a ser la somnolencia. Esta puede evitarse si la toma se hace a la hora de la cena y con el parche (al liberarse de manera más constante). Incluso pueden mejorar el insomnio. En casos más raros van a producir malestar general y molestias gástricas, que disminuyen si se toman después de la comida o cena o se pone en forma de parche. Cuando el paciente tratado sufra alucinaciones visuales, ataques bruscos de sueño (no somnolencia progresiva) o sea alérgico; se deberá de suspender el agonista dopaminérgico.
La gabapentina (un antiepiléptico), puede producir sensación de inestabilidad y mareo. Bajando la dosis van a desaparecer, aunque cuando aparece este efecto indiseable y no se controla el SPI, es aconsejable cambiar a agonizas dopaminérgicos.
Los opiáceos son los que con más frecuencia van a producir estos efectos indeseables. Hay personas especialmente sensibles, que a bajas dosis notan un intenso malestar general, con náuseas, vómitos, somnolencia e incluso alucinaciones. Esto obligaría a retirarlos. A más largo plazo hay que tener en cuenta la posibilidad de la aparición de estreñimiento, dificultad para iniciar la micción (especial cuidado en los hombres con hipertrofia de próstata) y dificultad para mantener la concentración. Tampoco es aconsejable la retirada brusca por la aparición de síntomas de derivación (ansiedad, temblores, insomnio, etc..).
Las benzodiacepinas como el clonazepam (Rivotril) se utiliza en algunos pacientes con SPI. Los efectos secundarios más frecuentes serán sensación de "resaca" al levantarse por las mañanas. Hay que tener cuidado cuando se dan a pacientes mayores que se tengan que levantar con frecuencia por la noche. Puede producir desequilibrio en la marcha y caídas con el riesgo de fracturarse la cadera.
Cuando hay bajos niveles de hierro y de fertiliza se recomienda tratar con sales de hierro. Estas van a mejorar la efectividad de los tratamientos anteriores en los pacientes con SPI. Sin embargo pueden producir molestias gástricas y es frecuente el cambio de la coloración de las heces. En personas que sufren migrañas, pueden intensificarse sus dolores de cabeza o hacerse más frecuentes.
A pesar de todo lo anterior todos los tratamientos para el SPI son seguros y muy eficientes. Siempre que aparezca algún síntoma nuevo se deberá de evaluar si corresponde al fármaco que se está tomando o es debido a otra causa

1 comentario:

  1. Yo tenia mucha somnolencia y con los parches se me quitó... Felicidades por el blog

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